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El aumento de la producción de crudos pesados y sobre todo extrapesados en la Faja del Orinoco se ha transformado en un problema, reconocido por el propio ministro Rafael Ramírez, al no contarse con más disponibilidad de crudos livianos para mezclar y mejorar esos extrapesados, y poder colocarlos en los mercados internacionales.
La extracción y transporte de los crudos extrapesados se hace mezclándolos con diluentes como la nafta, lo que ha obligado incluso a importar ese derivado pues no hay suficiente producción en las refinerías venezolanas.
Pero a ese crudo debe despojársele esa nafta, para poder reutilizarla y a su vez procesar ese crudo en lo mejoradores de la Faja del Orinoco. Actualmente hay un cuello de botella que impide elevar producción de los proyectos ya operativos pues no hay más capacidad para mejorar ni crudos livianos por estrepitosa la caída de su producción en las áreas tradicionales.
Y al respecto hace unas semanas el ministro Ramírez, -quien también es presidente de Pdvsa- señaló que «mi problema real ahora es que tengo mucho crudo extrapesado, y necesito despojarle la nafta a ese crudo para poder tener mucha más producción». Para ello Pdvsa acordó la construcción de un despojador a un costo de $400 millones, lo que ayudaría en los obstáculos de producción.
No obstante aún se requiere crudo liviano, que cada vez se produce menos (16% menos entre 2008 y 2012, cuando se extrajeron 487 mil barriles diarios). Y en este sentido el ministro Ramírez señaló que «estamos acordando traer y mezclar más crudos livianos, porque hay una situación del mercado donde los crudos livianos están más baratos, hay muchos condensados con la producción de petróleo de esquisto».
Comprar livianos y mezclarlos con los extrapesados «nos dejará salir más volúmenes», dijo el titular de Pdvsa, quien fue enfático en señalar que hasta ahora se están usando crudos venezolanos y que la posibilidad de importación es una opción. «Vamos a mezclar para producir más acá, sacaremos alguna mezcla con algún socio, y así entonces no tenemos que comprar», afirmó.
Los crudos venezolanos que están empleando en este procedimiento son Santa Bárbara, de unos 39 grados API, y Mesa 30, de 30 grados API.
«Esas son las pruebas, estamos mezclando sin problema, y haciendo pruebas en el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), porque ya estamos procesando DCO (petróleo crudo diluido, por sus siglas en inglés); estamos utilizando las instalaciones del CRP como una mejorador también. Ahí estamos despojando unos 60 mil barriles (diarios) y si llevamos eso a 150 mil barriles, estamos resueltos con el cuello de botella que tenemos ahorita».
Esto implica que la nafta (que es un producto de refinería) que acompaña a esos crudos, de nuevo será procesada en las refinerías.
Pdvsa, imposibilitada de ampliar producción con la actual capacidad de mejoramiento, de unos 600 mil barriles diarios, necesita desarrollar nuevos mejoradores de crudo pesado y extrapesado, así como adaptar sus refinerías con capacidades de conversión profunda que les permita tener una dieta de esos crudos pesados.
Al mismo tiempo, las metas de producción de los siete nuevos desarrollos de la Faja, con retrasos de casi dos años en despegar en la producción temprana, aún no llegan a los 50 mil barriles diarios de los que Pdvsa fijó como meta para el cierre de 2013.
El ministro Ramírez ha reconocido que la falta de infraestructura (vías de comunicación, servicios como agua, y electricidad y vivienda), y la ausencia de instalaciones de transporte del crudo han impedido que los planes de producción cristalicen, según reportó el diario El Universal.
Tomado de PDVSA estudia importar crudo liviano frente a la estrepitosa caída de su producción (y el dolar @88)