La industria petrolera venezolana, golpeada por sanciones y una crisis que no cesa, enfrenta nuevos señalamientos internos de corrupción que recaen sobre Luis Enrique Molina Duque, el vicepresidente de Exploración y Producción de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Según revelaciones provenientes de la misma empresa estatal, Molina Duque está en el ojo del huracán por supuestamente capitalizar en su beneficio negociaciones oscuras en la importación de nafta, un componente crítico en la producción de petróleo.
Los negocios turbios de la nafta
La figura de Luis Molina Duque ha cobrado notoriedad por la adquisición de cargamentos de nafta con sobreprecios alarmantes, sumas que ascienden a millones de dólares por cada entrega. Esta práctica irregular pone nuevamente en tela de juicio la transparencia de las operaciones en PDVSA y amenaza con complicar aún más la posición de la petrolera en el escenario internacional, considerando que estos cargamentos provienen tanto de los Estados Unidos como de otras jurisdicciones. Actualmente, un cargamento de nafta defectuosa se encuentra detenido en el Caribe, añadiendo más controversia al asunto.
Un ascenso sin raíces en la industria
La trayectoria profesional de Molina Duque se ha puesto bajo la lupa tras su designación en marzo de 2023. Antes de asumir el cargo de vicepresidente ejecutivo de la compañía, Molina Duque era un completo extraño para los campos petroleros, las operaciones de exploración y producción, e incluso la ingeniería de petróleo, ya que no posee formación académica ni experiencia comprobada en el sector. No existen publicaciones ni documentos que respalden alguna especialización en el área, lo que ha llevado a expertos de la industria a cuestionarse con vehemencia sobre su experticia y cómo adquirió la experiencia necesaria para ocupar una posición de tal relevancia en la industria petrolera.
Un documento interno de PDVSA que se ha filtrado en redes sociales detalla que Luis Molina Duque ha estado vinculado a la Superintendencia de Mantenimiento Metropolitano, y bajo las directrices de Pedro Rafael Tellechea, quien actualmente ocupa la presidencia de PDVSA y el cargo de Ministro del Poder Popular de Petróleo de Venezuela.
Estos señalamientos de corrupción emergen en el marco de las aliviadas sanciones que Estados Unidos ha impuesto sobre PDVSA, motivadas por la situación política de Venezuela. La administración que desde el año 2023 maneja la compañía estatal está ahora en el foco crítico, siendo objeto de escrutinio no solo por su capacidad operativa y técnica, sino también por su integridad.
Tomado de Un nuevo presunto monarca de la corrupción en PDVSA mediante las importaciones de nafta