Chevron es una de las más importantes corporaciones energéticas del mundo.
Chevron en Ecuador, han sido campeones de la justicia. En Venezuela, aliados de la injusticia. ¿Podría la verdadera CHEVRON ponerse de pie?
Gustavo Coronel / Las Armas de Coronel (Venezuela) – 21/04/2022
En inglés hay una manera de pedirle a una persona cuya conducta ha sido ambigua revelar su verdadera identidad. Se dice: ¿“Could the real Mr. XXXXX please stand up”?
Creo que debemos pedirlo a CHEVRON, la empresa petrolera que ha tenido largos años de historia en Venezuela y es una de las más importantes corporaciones energéticas del mundo. Digo esto porque su conducta parece cambiar de calidad ética dependiendo del país en el cual se encuentra. En Ecuador ha protagonizado una larga y dura batalla contra un grupo de abogados y consultores poco escrupulosos, quienes la demandaron y lograron un veredicto favorable basado en el fraude, el engaño y el soborno. Este veredicto tramposo en el cual el mismo gobierno del presidente Correa se vio involucrado fue objetado por CHEVRON en tribunales de USA e internacionales, logrando establecer el fraude, anular el veredicto ecuatoriano y condenar al abogado principal involucrado en el fraude, Steven Donziger, a la pérdida de su licencia para ejercer su profesión y a pagar una multa significativa. Sin embargo, al mismo tiempo que ha dado esa batalla por la justicia en Ecuador, su comportamiento en Venezuela durante los mismos años ha sido diferente, al establecer una relación de aceptación y hasta pudiera decirse, de complicidad con el ilegítimo régimen de Hugo Chávez, primero, y de Nicolás Maduro después. Esta relación ha llegado hoy a proyectar la empresa como la única que podría restablecer –al menos en parte- la normalidad operativa de la industria petrolera venezolana, lo cual daría a Nicolás Maduro un impulso considerable para mantenerse en el poder y seguir arruinando material y espiritualmente a la nación venezolana.
En el caso ecuatoriano, el cual he seguido de cerca por muchos años, he estado sin reservas al lado de CHEVRON en su batalla por desmontar el inmenso fraude en su contra. Sin embargo, en Venezuela estoy en vigoroso desacuerdo con su actuación y considero que ella viola la ética corporativa que obliga a las empresas multinacionales a no apoyar a regímenes violatorios de los derechos humanos. En realidad, CHEVRON lo ha hecho no solo en Venezuela, sino, hasta en mayor grado, en Myanmar, en donde ha servido para mantener la sangrienta dictadura militar.
En Venezuela, CHEVRON ha actuado durante lo que va de siglo XXI como empresa petrolera con especiales lazos con Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Estos lazos fueron establecidos mediante la activa participación de su gerente general en el país, Ali Moshiri, hoy retirado, y ha continuado bajo las gerencias posteriores.
Durante los años 2008-2012, Moshiri, como encargado de los asuntos de CHEVRON en Venezuela y luego promovido a la jefatura de los asuntos de América Latina y África, se convirtió en el vocero principal del sector de la industria petrolera internacional favorable a la dictadura venezolana. Sus argumentos principales hechos públicamente eran, ver, por ejemplo:
El riesgo de inversión en Venezuela es muy bajo y la tasa de retorno sobre la inversión es alta.
CHEVRON no se siente amenazada en Venezuela. Nos ofrecieron una alternativa y la hemos aceptado.
Nosotros le hemos prestado al gobierno unos dos mil millones de dólares porque creemos que apoyar al gobierno es apoyar al pueblo.
No nos metemos en política ni tratamos de cambiar el sistema, trabajamos dentro del sistema existente.
Chávez trató de ayudar a los pobres.
Los problemas de Venezuela no están sobre la superficie sino debajo de la superficie porque hay pocos recursos logísticos, insuficiente mano de obra especializada y una cadena de suministro muy frágil.
Esta postura pública de Ali Moshiri como vocero de CHEVRON, expresada durante un buen período de tiempo, lo llevó a ser considerado por Chávez casi como un consejero personal en materia petrolera. En 2010, Chávez le dijo: “Espero que usted nos ayude a establecer una buena relación con el gobierno de USA. Le damos a usted la mano”. En 2013 le dijo: “Durante los últimos cuatro años hemos tenido una estrecha relación, especialmente en Petropiar. Nuestra relación es una de las mejores”. Y Moshiri decía: “la industria del gas nunca arrancó en Venezuela después de la nacionalización. Siempre ha sido un país petrolero. El gobierno del presidente Chávez es el primero en desarrollar el gas”.
Una de las acciones más controversiales de CHEVRON fue extenderle al gobierno un préstamo por dos mil millones de dólares, basado en “la necesidad de desarrollar la producción del campo de Boscán”. Este campo de petróleo pesado no llegó a desarrollarse más de lo que estaba y, además, no necesitaba esa inmensa cantidad de dinero para aumentar su producción de petróleo pesado. Fue un préstamo político que sirvió para apuntalar al régimen.
Esta postura de CHEVRON en Venezuela ha legitimado al régimen al aceptar públicamente su autoridad, al cooperar activamente con el régimen, al aceptar de manera implícita la política violatoria de los derechos humanos del régimen y alabar al régimen. En realidad, estas cuatro posturas han llevado a la empresa prácticamente al grado de complicidad con el régimen.
Aunque es justo decir que la intervención de CHEVRON llevó a la construcción del gasoducto binacional entre Venezuela y Colombia, es también preciso añadir que CHEVRON parece haber ayudado al régimen a superar los problemas de personal derivados del paro petrolero de 2002.
Hoy en día, con una industria petrolera en ruinas y una crisis de suministro mundial derivada de la invasión rusa a Ucrania, CHEVRON se presenta como posible solución para que los Estados Unidos reciba petróleo venezolano que compense el corte de petróleo ruso. El chairman de CHEVRON, Mike Wirth, ha dicho que su empresa podría duplicar la producción actual de Venezuela en materia de meses, a fin de compensar el déficit estadounidense. Para ello, dice, sería necesario que USA levante las sanciones petroleras contra Venezuela, lo cual le daría a Nicolás Maduro una vigorosa oxigenación. Basado en esa promesa, el gobierno de Biden envió un grupo a Caracas a conversar con el régimen y se han intensificado en Venezuela las presiones de grupos de ética cuestionable que piden el cese de tales sanciones para “terminar con el sufrimiento de los venezolanos”.
Es evidente que CHEVRON es una pieza importante en la estrategia del régimen venezolano para mantenerse en el poder. Para CHEVRON, esta nueva colaboración prometería pagos para la deuda que Maduro tiene con ellos y la apertura de nuevos negocios en el país.
En Ecuador, han sido campeones de la justicia. En Venezuela, aliados de la injusticia.
¿Podría la verdadera CHEVRON ponerse de pie?
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Artículo publicado en Las Armas de Coronel el día 20/04/2022