Durante la presentación del ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, comenzó a circular una carpeta contentiva de una serie de documentos en donde se hacen serias críticas al manejo de la industria. El Frente Bolivariano por la Soberanía señala que «la nueva PDVSA ejecuta una política laboral empeñada en sustituir al personal identificado con el proceso revolucionario por personal lacayo; utiliza los medios de comunicación públicos para dañar la imagen de PDVSA cuando procede con una acción de despido masivo en PDVSA Occidente, por supuestos actos de corrupción para luego ser desmentidos en las interpelaciones realizadas en la Asamblea Nacional», entre otros detalles.