Nos cuenta la historia contemporánea que en Venezuela se han creado inmensas fortunas, unas bien habidas y otras no tanto, que hoy por hoy detentan algunas familias, casí siempre amasadas a la sombra del poder y con las implicaciones delictivas que estás conllevan como el tráfico de influencias, cobros por obras o suministros y servicios no realizados, sobreprecios, etc.
Dentro de toda esta pléyade de dinastías forjadas a las sombras de los gobiernos de turno, vamos a referirnos a una familia en particular, que de acuerdo a algunas informaciones que nos han hecho llegar, consiguió levantar de la nada y como por arte de magia una inmensa fortuna.
Se trata de la familia Petricca. Dueños de un poderoso imperio económico denominado Grupo UP, encabezado hasta hace unos pocos años por el Sr. Umberto Petricca, el cual presuntamente era compadre y testaferro del expresidente Carlos Andrés Pérez (quien le otorgó la construcción y posterior administración de la autopista Barcelona – Km 52, así como la autopista que comprende el tramo Los Potocos – Píritu, durante la gestión de su primer mandato).
En años recientes y debido ya a su avanzada edad, este Sr Umberto se vio en la necesidad de ceder el control del grupo empresarial en las manos de su hijo Gustavo Petricca, hoy por hoy el indiscutido heredero del poderoso conglomerado Petricca.
Este consorcio ha realizado numerosas obras a nivel nacional e internacional (en los Estados Unidos y más recientemente la construcción de 1.600 casas en Italia), pero en la actualidad se ha hecho el operador más fuerte en el campo de la construcción en los predios del Estado Anzoátegui, donde está asentada su base de operaciones.
Las informaciones nos revelan que uno de los puntos fuertes del joven Gustavo en el manejo de sus empresas ha sido la capacidad de mimetizarse, como los camaleones del desierto, para servir de apoyo y financiamiento a los distintos políticos aspirantes a ocupar cargos de gobierno, ya sean pertenecientes a la oposición o al oficialismo, asegurando así el otorgamiento de jugosas contrataciones para sus empresas con los candidatos que resulten vencedores.
Es así como en los actuales momentos, estaría financiando a María Corina Machado y a Henrique Capriles por el bando de los opositores, así como a Diosdado Cabello por parte del partido de gobierno (a lo mejor previendo una posible inhabilitación de Nicolás Maduro).
Solo así se explicaría la gran cantidad de obras asignadas en Anzoátegui a sus empresas, tanto por parte de la gobernación como de algunas alcaldías.
Sería bueno que, así como el comando anticorrupción le ha puesto el ojo a las tramas Petro-criptos, también voltearan la mirada a ver qué es lo que está ocurriendo en Anzoátegui con las mafias financistas de políticos hambrientos de poder y de dinero.
E. Rojas
Tomado de Los Petricca, nacidos en la 4ta. y superenchufados en la 5ta.