En Barranquilla, el nombre de Alex Saab se pronuncia con sigilo entre la clase alta: se ha vuelto casi un susurro vergonzante. Ahora que Saab está preso en Estados Unidos y espera un juicio por presuntamente haber lavado dinero al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, nadie quiere gravitar bajo su sombra, pero su historia une las vidas de más de uno.
Muchos departieron con él y su exesposa Cynthia Certain en los días en que la fortuna y excentricidades del empresario colombiano alimentaba los corrillos de las reuniones sociales de la arenosa. Otros como Samuel Tcherassi, su esposa Diana Janna y la familia de su hermano Aníbal, reconocidos por su marca de ropa infantil EPK y su compañía automotriz respectivamente, hicieron negocios con la familia Saab. Esas transacciones ocultan una cercanía, que hasta ahora solo se comentaba a voces, reseñó EscarbaBajo en Cuestión Pública.
Actualmente, estos dos matrimonios de la misma familia se enfrentan en procesos legales. Diana Janna, esposa de Tcherassi, acusó a su hermano Aníbal por supuestamente alterar la contabilidad de las empresas familiares. Este respondió con otra acusación contra su hermana y su cuñado por fraude procesal en un proceso que ambas partes adelantan ante la Superintendencia de Sociedades, reseñó Cuestión Pública.
Lo que sí une a las familias Tcherassi, Janna y Saab es el edificio Bellagio de Barranquilla. Se trata de una construcción estrato 5 y 6 de 24 pisos, como narra el periodista Gerardo Reyes en su libro “Alex Saab: la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro”. Según le contó a Cuestión Pública un trabajador del edificio, Saab y su exesposa vivieron allí con sus tres hijos entre 2014 y 2015. Ellos habitaron dos pisos distintos: él con sus dos hijos mayores en uno, y ella con el menor, en otro.
Fue justo el 29 de mayo de 2014 cuando la familia Saab compró uno de los dos apartamentos en el Bellagio: el del décimo piso. Era un lujoso inmueble de 460 metros cuadrados, con tres habitaciones, tres baños, tres vestieres, balcón y sala de estudio. De un lado, en el negocio estuvo la compañía Golden Sun Trading, representada por Amir Luis Saab Morán, hermano de Alex Saab. Del otro, participó Inversiones Janna Raad & CIA, sociedad dirigida entonces por Diana Janna y su esposo Samuel Tcherassi, hermano de la conocida diseñadora de modas Silvia Tcherassi.
Luis Amir Saab y Diana Janna se encontraron en la Notaría Cuarta de Barranquilla para formalizar la transacción por $1.200 millones. El apartamento 10 fue entregado a los nuevos ocupantes antes de haberse escriturado la venta, según los documentos públicos a los que tuvo acceso este medio. Igual había ocurrido con otro inmueble que Golden Sun, empresa familiar de Saab, le compró a Odette David Jalil, cuñada de Diana Janna.
“Conocemos al señor Alex Saab desde hace varios años en el marco de nuestra vida en Barranquilla. Durante décadas, compartimos espacios sociales y familiares esporádicos”, le explicó Diana Janna, directora creativa de la marca infantil EPK, a Cuestión Pública. Y aunque confirmó que tanto ella como su hermano Aníbal aprobaron la venta de este y otro apartamento en el edificio Bellagio a Golden Sun Trading, agregó que ni su esposo Samuel Tcherassi, ni ella, han tenido “ningún tipo de relación comercial, societaria o de negocios con el señor Alex Saab en Colombia ni en ningún lugar del mundo”.
Golden Sun Trading se dedicaba a actividades inmobiliarias. Fue constituida en Barranquilla un año antes de ese negocio, en abril de 2013, por el asesor legal de Saab, Mario García Palacio. García fue clave en la negociación de los cuatro lotes sobre los que Saab construyó su mansión de Riomar en Barranquilla. Sin embargo, dos meses después de la transacción con los Tcherassi-Janna, el hijo de Álex Saab, Shadi Saab Certain, se convirtió en el gerente de Golden Sun Trading Colombia S.A.S. El representante legal suplente pasó a ser su tío: Amir Luis Saab Morán.
Para 2014, fecha de ese negocio, las compañías colombianas de Saab ya exportaban de manera ficticia hacia Venezuela. Eran sociedades por las que más adelante él sería acusado en Colombia de posible lavado de activos, estafa agravada e importación ficticia. El barranquillero también había firmado ya su primer gran contrato con el gobierno de Maduro para construir casas en Venezuela, proyecto que no completó y que tuvo sobrecostos e irregularidades, según ha denunciado el medio venezolano Armando.Info. Algo que también recogió el periodista Gerardo Reyes en su libro.
Cuestión Pública encontró que Saab usaba compañías suyas controladas por presuntos prestanombres y familiares como Golden Sun Trading para adquirir propiedades en Colombia. En mayo de 2017, esta última sociedad le vendió el apartamento 10 a Promotora Dubera. Esta empresa era manejada por Julio Cesar Ruiz Maestre, quien fue identificado por la Fiscalía como presunto testaferro del empresario.
El apartamento 10 entró en proceso de extinción de dominio desde mayo de 2020, un mes antes de que Saab fuera apresado en Cabo Verde, África occidental. Según el gobierno venezolano, este se dirigía hacia Irán como diplomático para una misión oficial. El inmueble pasó de la Fiscalía 36 Especializada de Extinción de Dominio a la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la cual lo entregó el 23 de septiembre de ese mismo año a la empresa Inversiones Obrigado S.A.S., para que lo administrara como depositario provisional.
Inversiones Obrigado S.A.S., registrada en la Cámara de Comercio de Barranquilla, fue constituida en diciembre de 2016 por el empresario Ricardo Ibáñez Donado, gerente de operaciones para Latinoamérica de Fuji Electric Corp. of America, según su LinkedIn.
La familia Saab compró dos apartamentos en el Edificio Bellagio: el del piso 10 y el del 12. Mientras el primero fue el negocio que cerró Amir Luis Saab con la sociedad dirigida por Diana Janna y Samuel Tcherassi en 2014, él último se lo vendió la Odette Jalil, esposa de Aníbal Janna, un año antes.
Las escrituras públicas fueron firmadas el 22 de octubre de 2013 en la Notaría Quinta de Barranquilla. Allí se reunieron Odette David Jalil Nasser (la vendedora), su esposo Aníbal Janna Raad y Amir Luis Saab Morán, quien para entonces representaba a la sociedad compradora: Golden Sun Trading. Sin embargo, el apartamento 12 fue entregado por el matrimonio Janna-Jalil a sus nuevos ocupantes el 15 de mayo de 2013, cinco meses antes de haber formalizado la compra en la notaría.
El apartamento, de 460 metros cuadrados, fue adquirido por 1.200 millones. Venía con tres garajes y un depósito, tenía cuatro dormitorios con cuatro baños, cuatro vestieres, balcón, sala de estudio y cocina.
Odette David Jalil y Aníbal Janna llevaban al menos un año de casados cuando la pareja compró el apartamento el 30 de diciembre de 2006 a la constructora La Rochelle S.A. por $370 millones.
El bien fue adquirido por Jalil, pero ese mismo día se realizó una especificación de “Afectación a Vivienda Familiar”, tal y como consta en la matrícula. En palabras simples, usaron un mecanismo jurídico para proteger la vivienda en favor del cónyuge, es decir, de Aníbal Janna.
El apartamento permaneció en poder de la pareja durante siete años, hasta 2013, con la venta a Golden Sun Trading por $1.200 millones. Esta fue la misma suma por la que Inversiones Janna Raad, empresa dirigida entonces por su hermana Diana y su cuñado Samuel Tcherassi, vendería en 2014 el inmueble del piso 10.
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