04/09/2014 08:50:00 a.m. | Eligio Rojas.- La ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, anunció que visitará todas las cárceles del país en una jornada que ha denominado “el combinadito”, porque reúne la cayapa judicial y el cambote.
“La cayapa es para meterle chola al retardo procesal y el cambote para revisar la infraestructura de las cárceles”, explicó la recién ratificada ministra, quien destacó que realizará dichas inspecciones en compañía de todo su gabinete. “Es una especie de gobierno de calle, pero en la cárcel”, acotó Varela en alusión a las jornadas hechas por el presidente Nicolás Maduro en varios estados.
“Las inspecciones comenzaron ayer en la región capital, pero el propósito es visitar las 42 cárceles y las 32 entidades de atención al adolescente”, precisó.
Varela dijo estar consciente del problema de retardo procesal, pero aclaró que se está atacando desde los distintos órganos del sistema de justicia. “En lo que a mi despacho concierne yo he ordenado contratar los autobuses que sean necesarios para que se traslade a los presos a los distintos tribunales del país”, explicó Varela, quien enseguida discó el celular de José Ernesto Rodríguez, el director de Logística, para que la pusiera al día. “Hemos recuperado 15 yips que estaban abandonados; yo mismo les hice lavado de motor”, le comentó Rodríguez, quien fue diputado a la Asamblea Nacional pero antes trabajó de gandolero y mecánico. Al cortar la llamada con Rodríguez, Varela pulsó el número de Wilmer Apóstol, director de Seguridad. “En agosto hicimos 2 mil 956 traslados a tribunales”, le informó Apóstol.
Varela comentó que tiene en mente dos nuevos proyectos para la población penitenciaria. “Estoy proyectando que los presos fabriquen su propia pasta dental y jabones de baño; se instalarían varias fábricas”, indicó. “Lo otro es ponerlos a fabricar línea marrón: comedores, escaparates, juegos de cuartos. Ya la era de hacer cofrecitos pasó”, explicó.
Respecto a las debilidades al interior de las cárceles, Varela dijo que descubrieron que se estaban robando la comida destinada a los presos. “Mandé a poner cámaras para detectar a los robacomidas, porque el alimento de los presos es sagrado; al funcionario que encuentre robando, le caerá la ley”, prometió.