Sin que nadie le diese vela en el entierro del FIFAGATE, salió hoy el ex alcalde marabino Giancarlo Di Martino a meter las narices en un lío que no es suyo.
En una entrevista con el Diario Panorama, Di Martino da detalles sobre como Maracaibo consiguió ser sede de la final de la Copa América 2007. De todo lo que cuenta, hay dos puntos asombrosos:
La negociación
“Allí tuvimos que dar un aporte importante para poder terminar de consolidar esa final”, certificó Di Martino. “Fue de un millón de dólares”.
“Yo conseguí el dinero con varios empresarios. Porque una institución pública como la alcaldía (de Maracaibo) no maneja dólares pero sí los tenían muchísimos amigos que aportaron para poder colocarlos en esa mesa y decir: Ya basta, quiero la final en Maracaibo. Ustedes, ¿qué quieren?
– Queremos un millón de dólares.
– Déjenme buscarlos, denme dos días.
– No. Tienes 24 horas. Si no, se la damos a otro.
“Hubo un minuto de silencio, como diciendo: ¿Y si hubiésemos pedido dos (millones de dólares)?”.
El lavado
Di Martino relató cómo los dirigentes se llevaban efectivo después de cada juego. “Custodiados por agentes de seguridad (privada, aseguró), supongo que era dinero recaudado por los partidos, salían avionetas con la plata que la empresa recababa por los partidos (…) Se trasladaba a destinos que no conozco. Fue una manera un poco arcaica. No sé si llegaban a Caracas y eran depositados en un banco en especial pero sí salían avionetas con bolsas de dinero después de los partidos que se dieron en Maracaibo”.
Según aseguró, lo más probable es que fueran destinos nacionales o Aruba porque se trataba de “avionetas pequeñas”.
El actual cónsul venezolano en Milán no tiene idea del problema en que se metió, porque en una causa que es impulsado por Loretta Lynch, la fiscal general de New York, acaba de confesar que fue cómplice de sobornos y lavado de dinero. Y todo por abrir la boca sin que nadie se lo pidiese.
Pero ¿Cómo hizo Di Martino para conseguir ese millón de dólares en 24 horas? Dice una verdad, su alcaldía no manejaba dólares. Pero sí bolívares. Ese dinero salió en moneda local de la caja chica de la alcaldía y, gracias a un empresario amigo, fue convertido, al día siguiente, en dólares en efectivo. No fue ningún aporte de empresarios como lo comentó, fue dinero salido del erario público y convertido en dólares en el mercado negro en tiempo récord.
¿Investigará su declaración alguna autoridad venezolana?