Las inversiones de China en Venezuela son reflejo de la importancia y significación geopolítica del país latinoamericano para el gigante asiático, esto a pesar de la crisis venezolana y las tensiones con Estados Unidos.
La relación económica y geopolítica entre China y Venezuela pervive por encima de las circunstancias, puesto que las motivaciones que dan sustento al vínculo se elevan sobre la crisis.
En general, es creciente inversión de China en América Latina durante las últimas dos décadas, aunque los montos varían según las fuentes y los años analizados. Sin embargo, aún no se iguala con inversión de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, la cual es significativa y lo ubica como el mayor inversionista extranjero en la región.
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La inversión china en Latinoamérica
Es innegable que la inversión de China en Latinoamérica ha crecido de manera significativa en los últimos veinte años. Aunque no hay exactitud en los datos de la misma, se conoce que la Inversión Extranjera Directa (IED) china en la región fue de aproximadamente USD 8 748 millones en 2023, es decir, cerca del 10 % del total de la IED recibida en América Latina y el Caribe.
Entre 2000 y 2020, se estima que China invirtió alrededor de USD 160 000 millones en América Latina, especialmente en fusiones, adquisiciones y proyectos de infraestructura.
Sin embargo, en comparación con EE. UU. en lo que respecta a la distribución sectorial y geográfica de las inversiones de ambas potencias, tenemos que el enfoque chino apunta hacia los recursos naturales e infraestructura, entretanto el estadounidense se dirige al área de servicios y manufactura.
La acción china en la región
Es necesario apuntar que, aunque se ha incrementado, la inversión china se concentra en un número limitado de países y sectores, con énfasis en recursos naturales, infraestructura, energía y, más recientemente, tecnología y energías renovables.
Así, los principales destinos incluyen Brasil (34 %), Argentina (22 %), México (15 %), Perú (11 %) y Chile (8.7 %).
En Brasil, las inversiones se centran en energía, agroindustria y tecnología.
En Perú, destaca el megapuerto de Chancay y proyectos mineros y de energías renovables.
Argentina recibe inversión en energía (nuclear, petróleo y gas), infraestructura y minería de litio.
Chile es clave por el cobre y el litio, con inversiones en minería y energías renovables.
México se enfoca en manufactura, tecnología y transporte.
La tendencia china en la última década
Desde 2010, se observa una disminución en términos absolutos de la inversión, con un cambio de grandes proyectos de infraestructura a inversiones más pequeñas y focalizadas en sectores como autos eléctricos, energías renovables y tecnología (5G, Huawei).
Asimismo, los préstamos de instituciones chinas han disminuido significativamente, mientras los países ricos en materias primas —tales Brasil, Perú, Chile— siguen siendo importantes, pero México y Colombia ganan terreno en manufactura y tecnología.
En comparación con otros inversores, China representa un porcentaje menor del total de la IED en la región (5.74 % entre 2000-2020) en comparación con Estados Unidos (70-80 %) y la Unión Europea.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) se constituye en una ambiciosa estrategia de China dirigida impulsar la conectividad global a través de proyectos de infraestructura, comercio y cooperación económica. Esto con el objetivo principal de fortalecer la infraestructura global, especialmente en Asia, Europa y África, así como para promover el desarrollo económico en los países participantes.
Al BRI se han adherido 22 países latinoamericanos, aunque Brasil no participa formalmente.
Inversión de Estados Unidos en América Latina
Estados Unidos continúa perfilándose como el mayor inversionista extranjero en América Latina y el Caribe. Es significativo que, en 2023, Inversión Extranjera Directa (IED) de EE. UU. se ubicará en, aproximadamente, USD 337 840 millones. En 2022, representó el 38 % del total de la IED en la región.
La inversión de Estados Unidos en América Latina por país también se concentra en países clave:
Brasil (41 %): Servicios financieros, tecnología y agroindustria.
México (17 %): Manufactura (automotriz, electrónica) y energía.
Chile (9 %): Minería (cobre) y energías renovables.
Colombia (8 %): Petróleo, tecnología y telecomunicaciones.
Argentina (7 %): Energía (shale gas) y agricultura.
Perú (5 %): Minería (cobre, oro) e infraestructura.
Los sectores clave de la inversión estadounidense en Latinoamérica son los servicios (tecnología, finanzas, telecomunicaciones), manufactura y recursos naturales (minería, petróleo).
El nearshoring — estrategia de externalización en la se transfiere parte de la producción a terceros ubicados en otros países, pero localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante— impulsa la inversión en México y Centroamérica.
Las inversiones en energía renovable de EE. UU. se dirigen a Chile, Brasil y México.
El comercio bilateral entre EE. UU. y América Latina alcanzó aproximadamente USD 1.4 billones en 2023, lo que supera significativamente el comercio de China con la región. Si bien la presencia china ha aumentado, Estados Unidos supera ampliamente en volumen de inversión y comercio.
Además, la inversión estadounidense es más diversa y abarca tecnología, manufactura y servicios, mientras que la china se enfoca en recursos naturales e infraestructura.
Es necesario subrayar que la inversión de EE. UU. es vista como más transparente y menos condicionada que la de China, aunque se critica la falta de proyectos de infraestructura a gran escala comparada con la BRI.
Inversiones de China en Venezuela
Las inversiones de China en Venezuela describen una relación marcada por importantes préstamos colateralizados con petróleo, lo que enfrenta desafíos debido a la crisis económica venezolana. Sin embargo, Venezuela sigue siendo estratégicamente importante para China en su competencia con Estados Unidos.
Desde 2007, China hace inversiones significativas en Venezuela, principalmente a través de préstamos respaldados por petróleo, los cuales superaron los USD 60 mil millones hasta 2017. Eso sí, dichos préstamos y la inversión disminuyeron desde 2014 debido a la crisis económica venezolana.
La motivación china de la inversión en Venezuela se dirige a los recursos energéticos. Hay que tener presente que Venezuela posee las mayores reservas probadas de petróleo. «Venezuela posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo (más de 300 mil millones de barriles). China, con una creciente demanda energética, vio en Venezuela una fuente estratégica para diversificar proveedores, asegurando envíos a través del modelo de préstamos por petróleo».
Las razones
Venezuela es estratégica para China
Aun la marcada crisis económica de Venezuela, el interés de China en el país se mantiene, sobre todo por intereses de geopolítica y multipolaridad, pues el gigante asiático ve al país latinoamericano como aliado antihegemónico frente a EE. UU.
«Desde Chávez, Venezuela se posicionó como un aliado antihegemónico frente a EE. UU., alineándose con la visión china de un mundo multipolar. Esto permitió a China desafiar la influencia estadounidense en América Latina, utilizando a Venezuela como puerta de entrada a la región».
En este accionar de China con Venezuela prevalecieron las oportunidades económicas que brindó el auge petrolero que hicieron que la inversión china se dirigiera a la infraestructura y energía durante.
Igualmente, el apoyo ideológico y político tuvo un peso fundamental a través del «socialismo del siglo XXI» promovido por Hugo Chávez el cual resonó con el modelo de desarrollo estatal chino.
En materia geopolítica, Venezuela es estratégica para China, pues representa un contrapeso a EE. UU. en América Latina y se erige como puerta de entrada a otros países de la región.
Venezuela es para China, fuente potencial de seguridad energética, aunque los envíos han disminuido.
De igual manera, Venezuela brinda apoyo en foros multilaterales, como la ONU. «Como actor clave en América Latina, Venezuela permite a China desafiar la influencia estadounidense, especialmente en un contexto de sanciones y tensiones».
No hay que pasar por alto, obviamente, el interés de China en recuperar la deuda pendiente estimada en USD 19 mil millones en 2023, especialmente a través de envíos de petróleo.
Proteger las inversiones existentes en energía y minería.
Mantener a Venezuela como aliado antiestadounidense para consolidar su influencia en el Sur Global.
Preservar la imagen de socio confiable.
China no abandonará a Venezuela
Se estima como poco probable que China abandone a Venezuela. No se vislumbra que Xi Jinping retire su respaldo al régimen venezolano para complacer a EE. UU. debido a:
Intereses económicos y estratégicos significativos que se traducen en una inversión de más de USD 60 mil millones, pues el gigante asiático quiere recuperar su deuda, además de mantener acceso a recursos energéticos. Abandonar a Venezuela significarían pérdidas significativas y debilitaría su posición en América Latina.
La actual competencia estratégica con EE. UU. bajo la administración Trump hace improbable que China ceda sin beneficios significativos.
Iría en contra de la política china de no interferencia y apoyo a la soberanía nacional, dañando su credibilidad con otros aliados.
Lo probable es que China continúe con un apoyo pragmático, reduciendo la exposición financiera, pero manteniendo las relaciones políticas, a menos que EE. UU. ofrezca concesiones sustanciales como el alivio en sanciones tecnológicas.
Conclusiones
La competencia por influencia en América Latina entre China y Estados Unidos continuará siendo un factor clave en la dinámica regional.
La crisis económica y política en Venezuela presenta desafíos para ambos actores, pero China parece decidida a mantener su presencia estratégica a pesar de los riesgos.
La naturaleza de la inversión de cada país —EE. UU. más diversificada, China más centrada en recursos e infraestructura— tiene diferentes impactos en las economías locales.
Las decisiones de inversión futuras de China en la región probablemente estarán más enfocadas en la rentabilidad y en sectores estratégicos a largo plazo como la tecnología y las energías renovables.
La relación entre China y Venezuela, aunque tensa por la crisis, sigue siendo un elemento importante en la estrategia geopolítica china en el hemisferio occidental.
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Fuentes consultadas:
Tomado de Inversiones de China en Venezuela: signo de la importancia geopolítica para el país asiático