Mientras Víctor Vargas Irausquín se encuentra inmerso en un nuevo conflicto al aparecer su nombre en los Pandora Papers (junto a sus socios Jesús Escudero Estevez, Raúl Baltar y Carlos Balilla Batistini Samudi) y su hija se codea con la realeza europea asistiendo a la borda de Jorge Romanov en Rusia, las noticias escandalosas no dejan de llegar desde la sede del banco en La Castellana.
Este medio supo que un grupo de altos gerentes, que han renunciado recientemente a la entidad, presentarán en los próximos días una demanda conjunta alegando que fueron obligados a renunciar al no soportar las actividades de acoso que sucedían en la entidad.
Vargas, quien ha delegado toda la administración interna de la alta gerencia a su novia, Jenny Carina Bastidas Ohep -quien se encuentra esperando al sexto hijo del banquero que no se ha divorciado aún de María Beatriz Hernández-, se quiere desentender del conflicto, pero, los nuevos nombramientos de gerentes en la entidad han destapado la olla de los problemas.
Jonathan David Clavo, Karina Díaz, Luis Antonio Llabaneros, Dynalba Salas, Domingo Infante, Jesus Emilio García y Antoneido Ferrer son los nuevos nombres que han designado la dupla Vargas-Bastidas para los altos puestos directivos. Los mismos, según comentan los futuros demandantes, han convertido la sede del banco en un bacanal que recuerda a las orgías financieras que se armaban en los noventa. Asesorados por el fiscal Tarek William Saab, quien ya ha revisado la petición que pretenden introducir, se han eliminado de la misma los fragmentos considerados homófobos, pues una parte del escrito hablaba de las relaciones homosexuales que ahí ocurren.
Lo que sí será presentado son las fotos de las fiestas que ocurrieron en las quintas San Judas del Caracas Country Club y Agua Linda de Tucacas, que Vargas y Escudero usan para invitar al nuevo tren directivo a sus fiestas. Habría registradas orgías con hombres y presencia de menores de edad, hecho que colmó la paciencia de la vieja gerencia que renunció y se encuentra presentando los cargos.
A oídos de la aún esposa de Vargas, María Beatriz Hernández, ha llegado este material que también usará en el pleito de separación que se aproxima, originado por los rumores que resultaron ciertos del romance entre Vargas y Bastidas Ohep.
Mientras, el banquero capea el temporal esperando la decisión de las autoridades de Antigua sobre la quiebra de BOI Bank y la aparición de más entuertos sobre sus sociedades registradas en Andorra, donde sale muy relacionado junto a Diego Salazar.